
Evangélicos chilenos y peruanos oraron en la frontera
Con la presencia de las gobernadoras de Arica y Tacna, Andrea Murillo Neumann y Quilhue de Cuadros, respectivamente; y de representantes de las iglesias cristianas de las dos ciudades -encabezados por los líderes de la Fraternidad de Pastores (FRAPA)-, el viernes 13 de junio se efectuó en el punto limítrofe una significativa rogatoria por la mantención de la paz, la amistad y el progreso de los pueblos hermanos de Chile y Perú.
En la ocasión, las gobernadoras de las dos ciudades fronterizas entregaron los saludos de sus respectivos gobiernos al centenar de asistentes y destacaron el rol de la espiritualidad como manifestación de unidad y amistad.
A su turno, cada una de las iglesias elevó una plegaria en favor de sus vecinos, para lo cual dirigieron sus miradas hacia Arica y Tacna, momento de recogimiento compartido por todos los presentes.Durante su homilía, el presidente de la FRAPA de Arica, pastor obispo Fidel Arenas, resumió en un cita bíblica el sentido y alcance de la celebración binacional. Arenas dijo que siempre es mejor ser dos, en oposición al egoísmo y la falta de solidaridad que conlleva el desprecio por el otro.
“El que está solo no tiene quien lo ayude cuando sea necesario, por ello es mejor estar acompañado; eso es lo que simboliza este acto”, sostuvo.“Cada día me convenzo mucho más de que la fe es la que mueve a las personas, y este acto de gran espiritualidad, es una demostración del verdadero sentido de creer y confiar en el otro; de necesitarlo. Somos pueblos hermanos y nuestra obligación es integrarnos”, sostuvo la gobernadora de Arica, quien siguió con gran atención y respeto la ceremonia, en cuyo altar las banderas de Chile y Perú escoltaron a la bandera blanca de la Paz.